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jueves, 26 de mayo de 2011

Marionetas en manos de las Agencias de Rating

Tras mucho pensar, he escogido como tema para mi primer artículo, las agencias de calificación y su influencia en la economía. Todos hemos escuchado hablar sobre estas agencias, en las noticias o leyendo cualquier periódico que cayera en nuestras manos. Sin embargo, no todos entendemos bien cuál es su 
propósito y su papel en la economía.

Pues bien, las agencias de calificación son sociedades independientes que evalúan la calidad de la deuda de ciertas instituciones, como el Estado o grandes empresas y establecen una calificación de dicha deuda para guiar a cualquier inversor a la hora de decidir dónde invertir. Las principales agencias son Moody´s, Standard & Poor´s y Fitch.

A la hora de establecer un determinado rating, analizan aspectos como su situación financiera en el pasado, sus previsiones futuras, la gestión actual de la empresa o su rentabilidad operativa. También se tienen en cuenta las relaciones con el resto de emisiones que ha realizado dicha empresa, así como la evolución económica y la política de su entorno, que pueden afectar a sus resultados y su solvencia.
El rating no es, por tanto, más que una escala de calificaciones un tanto compleja, que se obtiene como resultado de dicho análisis y que se resume muy bien en el siguiente cuadro:


 Clasificación deuda largo plazo:

S&P (1)
MOODY’S (2)
FITCH(1)
Significado
Grado Inversión 
AAA
Aaa
AAA
Calidad crediticia óptima
AA
Aa
AA
Alta calidad crediticia
A
A
A
Buena calidad crediticia
BBB
Baa
BBB
Calidad crediticia satisfactoria. Existen tensiones a largo plazo. Acontecimientos adversos pueden empeorar su capacidad de pago
Grado especulación
BB
Ba
BB
Calidad crediticia cuestionable. Futuro incierto pero con capacidad actual
B
B
B
Calidad crediticia pobre/dudosa. La capacidad para hacer frente a las deudas en el largo plazo es baja
CCC
Caa
CCC
Calidad crediticia muy pobre. Posibilidad actual de algún tipo de impagos
Especulación con alto riesgo
CC
Ca
CC
Calidad crediticia muy pobre. Alta probabilidad de algún tipo de impago.
C
C
C
En situación de insolvencia aunque puede seguir realizando algún pago.
D
D
D
Default (Impago/Insolvencia). Probabilidad de recobro < 50%
Estas calificaciones se acompañan de signos positivos y negativos en el caso de S&P y Fitch, o de números en el caso de Moody’s para reflejar su nivel dentro de la misma calificación (Por ejemplo AA+ o Aa1)

Y es aquí donde quiero detenerme, tras la necesaria y un poco simplificada introducción al funcionamiento de las agencias de rating.
Como podemos ver, estas agencias gozan de un gran poder, debido a la gran reputación lograda a lo largo de años de acertadas predicciones. Si bien durante estos años anteriores algunas de sus predicciones han sido un escándalo estrepitoso, como en el caso del fraude piramidal de Madoff y la quiebra de Lehman Brothers (Ambas, instituciones que gozaban de la calificación más alta), su influencia en la economía sigue siendo aún muy elevada.

El problema es que dado el poder y credibilidad que se les confiere, la probabilidad de errar en sus predicciones es muy pequeña, ya que en cuanto de una de estas entidades rebaja el rating a un emisor de deuda, un país, por ejemplo, el tipo de interés de esa deuda aumenta, haciendo que si ese emisor empezaba a encontrar problemas para devolver la deuda al vencimiento, el aumento del precio de esa deuda termine por confirmar la propia predicción hecha por la agencia.

Este es el caso de España. El 10 de Marzo de este año, Moody´s rebajó la calificación de España de Aa1 a Aa2. A pesar de que en un primer momento, esta rebaja de la deuda no tuvo una gran repercusión en el tipo de interés al que se colocaron los bonos en la primera subasta tras la rebaja de la calificación, no se puede ignorar que supuso un nuevo golpe para España y que este tipo de actuaciones hacen planear una sombra cada vez mayor sobre los países periféricos, con un importante efecto a medio y largo plazo. Sin ir más lejos, el 18 de Abril, la deuda española alcanzó su máxima cotización desde la entrada en el euro.

“Las tensiones en los mercados secundarios han provocado que el Tesoro Público español se haya visto obligado a pagar hasta un 38% más en su última subasta de Letras a 12 y 18 años para poder cumplir con su colocación. Tenía previsto captar entre 4.500 y 5.500 millones de euros, pero sólo logró 4.659 millones de financiación.” (Diario el Mundo, 18 de Abril)

Hace poco encontré un artículo  en un periódico inglés, The Guardian (Por cierto, muy interesante, aunque está en inglés), previo a la rebaja de la calificación de la deuda por parte de Moody’s.  Su autor, Martin Kettle, señalaba que España no sólo estaba en manos de Ángela Merkel, sino que también estaba ahora en manos de Moody, ya que una rebaja impulsaría a España hacia lo desconocido, hacia una  “cámara de las torturas fiscal”.

Es aquí donde entra el debate sobre la especulación. No hay que olvidar que estas agencias no son más que entes privados, y que como tales, su objetivo no es otro que engordar sus cuentas de resultados. Es decir, pueden venderse al mejor postor. Son numerosos los economistas que señalan que el origen anglosajón de estas agencias podría estar influyendo en sus calificaciones y de hecho, en los últimos meses se las ha acusado recurrentemente de manipular información con el objetivo de provocar una salida de inversiones de la zona euro mediante la bajada de la calificación de la deuda soberana y de empresas privadas, con el objetivo de desviarlas hacia Estados Unidos.  

Sin ir más lejos, el FMI publicó recientemente un estudio en el que señalaba que "los mercados financieros en toda la zona del euro han estado bajo presión, aunque las acciones de calificación crediticia se concentran en pocos países como Grecia, Islandia, Irlanda, Portugal y España", lo que, según este estudio, está causando un desbordamiento de la zona euro.


Esto lleva a la necesidad de regular la actividad de la calificación crediticia, tratando de garantizar la imparcialidad de lo que ha terminado por convertirse en un agente económico más. De lo contrario estaremos dejando que un entresijo de las grandes corporaciones y poderosos gobiernos, decidan el futuro de nuestros países y, por ende, nuestro futuro, en una especie de juego en el que el más débil es siempre el que pierde. Y eso no puede permitirse.


Enlaces de interés: (Muy interesante, lectura recomendada)

Fuentes de información utilizadas:



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